Sobre las barandas de los puentes que atraviesan El
Naviglio, muchos candados sellan simbólica y porfiadamente el amor. Mientras tanto, desde las callecitas que bordean el canal en ese paseo que para
muchos es romántico, para otros mágico y para otros tantos, quizás, viceversa, las puertas lo hacen sigilosamente y a todo color.
El Naviglio, Milán. Italia. Febrero, 2019.
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