Y estás ahí,
con tu sonrisa,
Amiga,
madre, hija, MUJER
Alma
gemela, cómplice,
Compañera,
Fiel (con mayúscula)
sensible,
tierna, luchadora.
Y
la pensión del chavo, los Jaimitos, los boliches y las birras, y las risas interminables. Las
vueltas en el Latu, los viajes en bondi y en bicicleta, los picnic, las mañanas
en Tristán, los Sabinas entre mil noches y días, y las sopas de ganzo con la Tabaré y las flores y los bichos de La Vela con Claudia
enfrente y la Yola que en estos tiempos iba y venía, los mates, las tardes en
los parques y la rambla, los libros (los que leímos y los que escribiríamos), las fotocopias y los cocorocooooo, y después los títulos en tiempo de ferias, y miles de
cuentos y fotografías, y asados y copas de jazz, y tantas noches en el sótano
entre pianos y bajos y contrabajos y saxos y guitarras que nos hicieron vibrar,
y risas que se hicieron carcajadas entre más birras y boliches rato después que
yoyaye se potenció como los mates y las risas
mismas, y sin límites, entre recuerdos en valijas de memorias que se reviven y sueños
que laten, y el jaque en el que fuiste y sos cómplice. Y gracias a la vida que nos ha dado tanto, hermana mía, la del alma, la gemela, la cómplice y todo. "Y me llega el amor", el más puro, el más bello, el de la felicidad completa, el que no tiene límites ni fronteras, ni color ni tamaño ni esperas. El que se entrega. Ese amor que te hace única.