martes, 1 de enero de 2019

Como un bálsamo


Y entonces te despertás en este primer día de un nuevo año en que respirás de otra forma, salís al pasillo que te lleva al baño antes de enfrentarte a los ventanales empeñados donde dejás la marca de la punta de la nariz porque afuera el aire no alcanza los cuatro grados, en esas que te asomas para descubrir que la ciudad no está y es como si no quedara nada, absolutamente nada. Hasta que minutos después empezás a ver algo que se asoma desde lo alto. Pero todo, el puente romano, las cientos de casas, los árboles de más allá, la fina línea de la ruta que divisas siempre a los lejos, la avenida que separa un barrio de otro, las columnas, todo desaparece en un santiamén entre esa perversa niebla que sin, embargo, es como bálsamo en que algo, algo, se alivia y suaviza. 




Barrio Xiuz, Lugo. Galicia, España. Enero, 2019.

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