A un mes de aterrizar en este rincón del mundo, barroco
y colonial, de piedras y arcos, y pasajes angostos y largos, y laberintos que
hacen esta ciudad antigua paradisíaca Patrimonio de la Humanidad y por eso
siempre llena de turísticas y peregrinos, que hacen caminos por todas las
conchas de vieira, esas que simbolizan el Camino a Santiago, el apóstol
Santiago. Esta ciudad de la que uno se enamora también por la Estrella Galicia (aunque no hay de a litro),
y los bares y boliches y cafés, y una cultura tan diversa, y faroles con luces
cuando el sol avisa que en breve se va y, entonces, la luna aparece, los tonos
cambian y la poética es distinta en este punto del mapa, al noroeste de España.
Santiago de Compostela, Galicia. España. Setiembre, 2018.
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