Se viene el verano. Los
cruceros llegan con cientos o miles de turistas ansiosos por conocer y recorrer
el barrio histórico, que hace unas semanas se ha colmado de obreros. Es que el
intendente se ha empeñado, por suerte, en reconstruir veredas y cambiar luminarias. Y los
vecinos andamos entre el polvo, cruzando de senda en senda, esquivando el material
húmedo o que algún pedazo de edificio en ruinas se nos caiga encima. De esos
que desde años piden a gritos que alguien se acuerde de ellos, aunque a los
ojos de los visitantes todo es bello.
Ciudad Vieja, Montevideo.
Octubre, 2015.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario