domingo, 15 de noviembre de 2015

Eloisa y su baracutanga


Son 20. Se hacen llamar “Cabronas”. Del latín capra, que significa cabra. Por la fuerza con que este animalito enviste sus metas. Y así se identifican ellas: mujeres asertivas, inteligentes e independientes, seguras de sí mismas; saben lo que quieren y luchan para conseguirlo, sin pretextos ni concesiones. Todo lo cuestionan porque no se complacen con respuestas evidentes. Siempre buscan la respuesta correcta.
11 tocan el piano, dos el repique y 7 el chico. Esta cuerda de tambores, de Florida, nació en febrero de este año por el simple deseo de Cabronas de vincularse al candombe. Pero no sólo por el gusto de tocar, sino para crear un espacio de encuentro–aprendizaje y un intercambio entre mujeres. Mujeres que estrechan lazos y buscan conseguir una vida mejor para sí mismas y quienes las rodean.
Participar en el Carnaval de 2016 es una de sus metas. Para ello reciben el apoyo de instituciones, y se presentaron a un proyecto del Ministerio de Desarrollo Social que fue aprobado y se ejecuta desde setiembre, con talleres de maquillaje artístico, danza–candombe y talleres de tambor.

Cabronas no son ajenas a la lucha de la Promoción de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Tampoco al Derecho a la NO Violencia de Género. Y con esa meta entre ceja y ceja, se manifiestan para “re-conocer que todas y todos tenemos derecho a vivir libremente”. Por eso Cabronas participa, no como cuerpo de baile sino como  integrantes de una cuerda de tambores, en un ambiente donde es-era ocupado únicamente por hombres. Y así lo hicieron saber, el viernes, en el atrio de la Intendencia de Montevideo, en la 11ª. edición de Municiparte. Pero la cosa no queda ahí. Cabronas van por mucho más. 



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