Al
entrar a Noya (una pequeña ciudad ubicada en la provincia de La Coruña, al
norte de Galicia) desde el norte, bordeando las playas, se
atraviesa un pequeño puente, a ambos lados del río. Las calles son angostas, en
la plaza hay una cruz de piedra, rodeada de pasajes y construcciones en piedra iluminada en la noche por los faroles al estilo colonial. Como
Santiago. Por eso Otero Pedrayo, un escritor gallego, decía que Noya era la pequeña Compostela. Entonces
uno, también, se enamora.
Ría de Noya, Coruña. Galicia, España. Setiembre, 2018.
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