13 años le llevó a Noelia la
carrera, entre miles de entregas y un año sabático recorriendo el mundo. Lo que
hace que valga aún más la pena tanto sacrificio y alcancías rotas. Arquitectura
es una de las carreras más costosas, dice María Rosa, su mamá, que ayer, entre
otras madres, padres, hermanos, tíos y amigos, esperaron con los estudiantes casi
tres horas que la puerta del salón 4 se abriera y los docentes dieran el
veredicto final. Entre llantos y risas y gritos y abrazos decenas celebraron el
recibimiento. Ahora ¡soy libre!, gritó Noelia apretando los labios y revoleando los ojos antes de tirarse en el estanque,
el tradicional ritual por el que pasan los nuevos arquitectos, previo a la
huevada.
Fotos: Egresados de Facultad de
Arquitectura. Montevideo. Agosto, 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario