martes, 30 de agosto de 2016

Sonrisas inocentes

Ella sonríe sosteniendo el folleto y mira hacia la cámara porque alguien del otro lado la está observando a través de un lente, lo que le llama poderosamente la atención. Pero no entiende mucho, más bien nada, de qué se trata o porque hay tantas personas en su barrio caminando por las calles, golpeando puertas, haciendo tomar conciencia a los vecinos de tanta  violencia que cada vez más, se hacen denuncias y para que no se hagan los sordos, ni los mudos, ni los ciegos, incluso estimulando a esas mujeres que posiblemente sufren violencia a que no callen.
Y como ella, muchas niñas participan de marchas. Algunas ya grandecitas entienden y saben lo que pasa. Desde hace años miles de mujeres –y cada vez más hombres– se manifiestan por las calles, algunas vestidas de negro, otras de blanco, con pancartas, campanas, carteles, en silencio, con palmas, voces en alto, mediante performance, de todas las formas posibles y en lugares diferentes, luchando contra la violencia machista que provoca la muerte de miles de mujeres en el mundo. Este año, son 15 las uruguayas asesinadas. Asusta (e indigna y revienta y preocupa) que dos, tres, cuatro (y hasta más) veces al mes, los colectivos feministas tengan que salir a la a las plazas y avenidas principales en memoria de esa sonrisa que ya no está. Y es una y otra y otra y otra. Mujeres, adolescentes y hasta niñas. Y otra. Y otra.

  
Movilización del Colectivo La Pitanga contra la violencia hacia la mujer en Villa García, Montevideo. Noviembre, 2014.

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