Pararse en un punto. Mirar
detenidamente. Observar. Hacia arriba, hacia abajo, hacia los costados. Siempre
hay líneas que se cruzan, formas, triángulos, cuadrados, círculos. Y en ese
espacio donde lo geométrico está presente, naturalmente, esperar el momento
preciso, el “instante decisivo”, al decir de Henri Cartier Bresson. Así me lo
enseñó un profesor, fotógrafo (y fue uno de los tantos ejercicios), hablando justamente de ese monstruo francés,
que pensaba que concentrarse en lo geométrico, era una forma de aplicar lo poético. Así la imagen es pura poesía. Y por
eso era de suma importancia para él. Todo transcurre y trasciende, entonces,
entre líneas y formas y texturas. Lo cotidiano. La vida. El instante preciso.
Ciudad Vieja, Montevideo. Agosto, 2014.
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