domingo, 5 de febrero de 2017

Esos aires IV

“Imágenes de imágenes
luz filtrada y silencio”.

Circe Maia


El mar está más calmo ya a esa altura de la tarde. La tarde que empieza a hacerse noche. Los pájaros ya no cantan tanto como al mediodía, como en las primeras horas de la tarde. Las olas no rompen contra la orilla. Las gaviotas revolotean menos. Casi nada. Nada. La brisa es suave, sutil, diminuta. Todo se aquieta. El mar, las olas, la brisa, el viento. Hasta el aire. Ese aire que uno respira estando afuera. En ese paraíso terrenal. Y en la línea fina del horizonte el sol se esconde. La gente aplaude. En cada atardecer de verano, la gente hace sonar las palmas. Y sí, los atardeceres son merecedores de aplausos.  Dejan cielos multicolores. Y todo se aquieta. Hasta el silencio. Y ya está. Uno siente que ya está. Después de ese espectáculo en que el astro rey se esfuma entre la finísima línea entre el cielo y el mar, uno siente que ya está. Que mañana será otro día. Que mañana será. Que mañana. Mañana. Será. Y esos aires volverán. Esos aires. Esos aires.


Playa Hermosa, Maldonado. Diciembre, 2016. 

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