Punta Carretas, Montevideo. Marzo, 2017.
El sol me
desafía en la cara.
Cierro
los ojos.
Pienso.
La
vida, los años,
un mar de emociones.
El
tiempo.
Me dejo
ir.
Me
siento diminuta
ante la
inmensidad del mar, rebelde.
Lo
siento.
Se da
de lleno en las rocas.
Lo
siento.
Su
aroma.
Respiro.
Una, dos, tres veces.
El
viento me cachetea la cara.
Respiro.
Trago saliva y vuelvo a respirar.
Me dejo
ir.
Y todo
pasa.
El mar.
Esos
aires.
El mar.
Esos aires.
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