Cecilia quiere escribir un
libro. Su primer libro. Por eso está emperrada en esas páginas que hablaran del
amor. De las mujeres. Del amor que las mujeres sienten por los hombres. De
psicología femenina. Y el título no sale. Lo piensa, le sale uno, otro. Pero
no. No le convence. Ninguno le convence. Y capaz que si me centro en la otra,
dice. Entonces rememora de a una cada historia. La de tres mujeres, tres
pacientes. Es que Cecilia es psicóloga. El respeto al amor, piensa que podría
ser el título cuando intenta concluir qué tienen en común esas historias. Pero
no, no. No le convence. Y el título es todo. Y esas historias tan disímiles de
tres mujeres que, sin embargo, sufren por amor.
Estela deja pasar el tiempo
porque no acepta la realidad. La que tiene delante de sus ojos y niega. Y lo
sabe. Sabe que su marido la engaña pero se acostumbra. Y sufre por amor. Romina
también. Sacrificando su propia salud y jugando con los sentimientos de los
otros por miedo a la soledad. Romina le tiene fobia a la soledad. Siente que
todos los hombres la abandonan, incluso Vanesa, su actual pareja. Y Liliana
tiene una vida paralela a la de su marido, pero la oculta porque mirá si a Cacho…
Entonces deja pasar el tiempo. Y sufre. Por ese amor verdadero que la hace
feliz, pero pobre Cacho. Y esas mujeres están como dormidas, dice Cecilia. Y
analiza. No pueden enfrentar el cambio, la pérdida. Y hace un clic y le cae la
ficha y ahí, ahí está el título del libro porque Las mujeres no saben decir
adiós. Es que confunden continuidad con amor. Y cantan:
“…Besame,
besame mucho
Como
si fuera esta la noche
La
ultima vez
Besame,
besame mucho
que
tengo miedo a perderte
Perderte
después…”
Cantan para zafarle, aunque sea
un poco, al dolor que presenta esta comedia dramática en la que las mujeres padecen
el amor y, sin embargo, uno se caga de risa. Es que es una obra tragi-cómica
que hace a uno también reflexionar por ese final inesperado en el que ni
siquiera la psicóloga escapa al sufrimiento del amor. Y el tiempo pasa. Y el amor. El amor...
Cristina Cabrera es Liliana, en
Las Mujeres no saben decir adiós. Teatro Candela. Montevideo. Marzo, 2017.
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