Reconquista esquina Colón, Ciudad
Vieja. Montevideo. Enero, 2017.
Durante años la pared lucio una
bicicleta. Una pintura de una mujer pedaleando. Eran los tiempos en que un grupo
de activistas salía a las calles movilizándose en defensa de andar por la vida
en dos ruedas –porque es mejor para la salud (el corazón lo agradece), porque es
mejor para el medio ambiente y porque es mejor que pagar todos los días un
bondi (el bolsillo, también, lo agradece). Y las autoridades departamentales de
ese entonces, promovían el derecho de
andar por la vida en dos ruedas. Entonces aparecieron las ciclovías en varios
puntos, en muchos barrios. Y aquella pintura estimulaba el uso de la bicicleta,
de alguna manera, demostraba la lucha ganada. Hace unos días la bicicleta
empezó a desaparecer, a tomar otra forma, otro color. Porque aún hay quien tiene
la voluntad de embellecer esas paredes que de tantos años no dan más de rajadura
y hacer que el barrio se vea con otros ojos. Distinto. Renovado. Más bello.
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