jueves, 7 de mayo de 2015

En la inmensidad del campo

Reclamos incesantes, primero. Cuatro horas y media de debate en la Cámara Baja, después. No fue tan sencillo. Finalmente, y tras la iniciativa del diputado frenteamplista Oscar Groba (Espacio 609), se votó por unanimidad el Día del Trabajador Rural. El pasado 30 de abril, por tercera vez, los peones del campo gozaron de “su” feriado no laborable pago, explícito en la Ley N° 19.000 promulgada en noviembre de 2012.  


“Yo nunca tuve tropilla,
siempre en montao en ajeno.
Tuve un zaino que, de bueno,
ni pisaba la gramilla.
Vivo una vida sencilla,
como es la del pobre pión:
madrugón tras madrugón,
con lluvia, escarcha o pampero,
a veces, me duelen fiero,
los hígados y el riñón.

(...)


¿Qué puede ofertarle un peón,
que no sean sus pobrezas...?.
A veces me entra tristeza,
y otras veces, rebelión.
En más de alguna ocasión,
quisiera hacerme perdiz,
para ver de ser feliz,
en algún pago lejano.
Pero a la verdad, paisano,
me gusta el aire de aquí”.


Atahualpa Yupanqui

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