miércoles, 29 de octubre de 2014

Copiosamente


La lluvia tiene un vago secreto de ternura, 
algo de soñolencia resignada y amable, 
una música humilde se despierta con ella 
que hace vibrar el alma dormida del paisaje. 

Es un besar azul que recibe la Tierra, 
el mito primitivo que vuelve a realizarse. 
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos 
con una mansedumbre de atardecer constante. 


(...)


¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman 
y eres sobre el piano dulzura emocionante; 
das al alma las mismas nieblas y resonancias 
que pones en el alma dormida del paisaje! 


Federico García Lorca



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