Está serio. Nacho nos mira
muchas veces. Muchas. Es que son cientos las fotos que lo muestran. La llevan en
alto padres, amigos, familiares, compañeros y conocidos que continúan
buscándolo incansablemente. En las calles, los barrios, en las plazas, en los
ómnibus, en cada esquina, en cada rincón del país. Hoy, hace 158 días que nada
se sabe de él. Las teorías son muchas, como todo, pero en concreto no hay nada,
me aseguró Natalia, su hermana. La familia ha recibido muchas llamadas que trasladan
a la policía, me contó también. Pero las investigaciones están stand bay. “Es trabajo de oficina”, soltó
Natalia indignada. Por eso las palmas no
dejaron de sonaron desde la Plaza Cagancha hacia la plaza de los Bomberos, por
la Av. 18 de Julio. Y al unísono las voces gritaban: “Todos somos Nacho”. Una y
otra vez.
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