miércoles, 8 de julio de 2015

Un chin chin

La idea: Estar, aplaudir y tomar una, dos, tres como lo hubiera hecho él. Con un whisky, una cerveza o mejor un gin  tonic con limón, la bebida más exquisita a su paladar. Es que ayer Marcelo Jelen cumpliría 51 años si a su corazón no le hubiera dado por dejar de funcionar el 24 de julio de 2014.
Marcelo fue periodista, de esos que no tenía empacho por decir lo que pensaba. De hecho criticó su profesión. El periodismo, decía, es, “apenas —y nada menos que— periodismo. Ningún periodista puede contar-las-cosas-tal-como-pasan. Eso es imposible. A lo sumo, puede contarlas tal como se ve que pasan. Se aproxima, pero siempre quedará lejos”. Porque todo "se puede decir en cientos de formas diferentes”. Y sí. Los medios de comunicación, o mejor dicho quienes los manejan, seleccionan qué contar, cómo contarlo y qué información omitir. Muestran su realidad. Por eso, Marcelo porfiaba con que los periodistas han hecho un oficio de traficar con la realidad. Todo “depende del oculista que recete los cristales”, decía en su libro “Traficantes de la realidad”. Sus columnas de la diaria hacían reflexionar y cuestionaban todo. El sistema, lo políticamente correcto, lo bien visto por la gran mayoría de la sociedad. Podían gustar mucho o directamente, nada. Yo era de esas que siempre esperaba su columna.
Y ayer algunos de sus amigos, compañeros y colegas, brindaron por él, lo recordaron. Y lo vieron nuevamente en la imagen que Iván [Franco] captó el 16 de octubre de 2010 en el Pilsen Rock realizado por primera vez en la Rural del Prado. Y allí quedó la fotografía, en el Bar Girasoles, como para que cuando sus amigos vayan no olviden tomarse una por él. Y hacer chin chin.

 Bar Girasoles, julio 2015. Foto de M.Jelen (cuadro): Iván Franco.



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