viernes, 3 de junio de 2016

Pago en cuotas

Camilo quiere un libro. Ése libro. Un comic de tapa dura que muestra a Rubius Virtual Hero. Uno de los héroes del fenómeno youtuber –el mundo de videosjuegos– que lleva a los niños a explorar nuevos mundos, a combatir contra criaturas hostiles, superar pruebas imposibles y transitar en una dimensión virtual. Sus bochones  color café se agrandan cuando Emilio, su padre (o su abuelo), se acerca al mostrador y saca la billetera del bolsillo de su pantalón. Camilo apoya sus manos en el borde y sonríe. Espera ansioso que la chica le entregue el libro envuelto en una bolsa. Aunque lo primero que hará Camilo es desquitar esa bolsa blanca para llevar a Rubius Virtual Hero en la mano, orgulloso.

Emilio entrega a la piba su tarjeta de crédito, preguntando si puede pagarlo en dos cuotas. Pero no es posible. Debe superar los 500 pesos. Le faltan apenas 86 para llegar al monto. Los bochones de Camilo se vuelven chiquitos. Su cara ahora es de desolación. Emilio negocia. No es mucho, dice, pero para lo que uno gana. La chica lo siente –le da pena porque sabe que Emilio es un laburante, un pobre laburante con un sueldo casi miserable. Seguro sacrifica un algo para que su hijo (o nieto) tenga ese libro, piensa–. No puede hacer nada, más que repetirle que para las dos cuotas debe superar los 500 pesos. Camilo no entiende mucho pero sonríe de nuevo. Es que, ahora, Emilio le da la opción de elegir otro libro. El niño pega la vuelta y mira los estantes sin titubear. Su mano se prende de Salseo gamer, otro youtuber. Los youtuber han sido todo un éxito.

Pero los dos libros suman más de lo que Emilio piensa gastar, y puede. Entonces pide tres cuotas. La piba lo siente de nuevo, para eso debe superar los 800 pesos. Ella quisiera tener la guita para dársela al hombre y ayudarlo con esos libros. Tampoco tiene la autoridad de hacer la excepción y facultarle a su cliente el pago. Emilio ya resignado accede a las dos cuotas, faltándole ahora 100 pesos para las tres, mientras ella se muerde los labios de impotencia por la perversidad del sistema que seduce (y presiona) a los pobres laburantes a consumir más de la cuenta. Ella busca la mirada de su superior. Le hace señas. Se acerca. La piba le explica el caso enfatizando que no da para perder la venta y lo convence y la autorizan a realizar los tres pagos después de pasar la banda magnética aunque Emilio no llegue con el monto. Ella sonríe. Emilio también, pero no más que  Camilo. 

16ª. Feria del Libro Infantil y Juvenil en la Intendencia de Montevideo. Mayo, 2016.

16ª. Feria del Libro Infantil y Juvenil en la Intendencia de 
Montevideo. Mayo, 2016.

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