Camilo
quiere un libro. Ése libro. Un comic de tapa dura que muestra a Rubius Virtual Hero. Uno
de los héroes del fenómeno youtuber –el mundo de videosjuegos– que lleva a los
niños a explorar nuevos mundos, a combatir contra criaturas hostiles, superar
pruebas imposibles y transitar en una dimensión virtual. Sus bochones color café se agrandan cuando Emilio, su
padre (o su abuelo), se acerca al mostrador y saca la billetera del bolsillo de
su pantalón. Camilo apoya sus manos en el borde y sonríe. Espera ansioso que la
chica le entregue el libro envuelto en una bolsa. Aunque lo primero que hará Camilo
es desquitar esa bolsa blanca para llevar a Rubius Virtual
Hero
en la mano, orgulloso.
Emilio entrega
a la piba su tarjeta de crédito, preguntando si puede pagarlo en dos cuotas.
Pero no es posible. Debe superar los 500 pesos. Le faltan apenas 86 para llegar
al monto. Los bochones de Camilo se vuelven chiquitos. Su cara ahora es de desolación.
Emilio negocia. No es mucho, dice, pero para lo que uno gana. La chica lo
siente –le da pena porque sabe que Emilio es un laburante, un pobre laburante
con un sueldo casi miserable. Seguro sacrifica un algo para que su hijo (o
nieto) tenga ese libro, piensa–. No puede hacer nada, más que repetirle que
para las dos cuotas debe superar los 500 pesos. Camilo no entiende mucho pero
sonríe de nuevo. Es que, ahora, Emilio le da la opción de elegir otro libro. El
niño pega la vuelta y mira los estantes sin titubear. Su mano se prende de Salseo gamer, otro youtuber. Los
youtuber han sido todo un éxito.
Pero
los dos libros suman más de lo que Emilio piensa gastar, y puede. Entonces pide
tres cuotas. La piba lo siente de nuevo, para eso debe superar los 800 pesos.
Ella quisiera tener la guita para dársela al hombre y ayudarlo con esos libros.
Tampoco tiene la autoridad de hacer la excepción y facultarle a su cliente el
pago. Emilio ya resignado accede a las dos cuotas, faltándole ahora 100 pesos
para las tres, mientras ella se muerde los labios de impotencia por la perversidad
del sistema que seduce (y presiona) a los pobres laburantes a consumir más de
la cuenta. Ella busca la mirada de su superior. Le hace señas. Se acerca. La
piba le explica el caso enfatizando que no da para perder la venta y lo
convence y la autorizan a realizar los tres pagos después de pasar la banda magnética
aunque Emilio no llegue con el monto. Ella sonríe. Emilio también, pero no más
que Camilo.
16ª.
Feria del Libro Infantil y Juvenil en la Intendencia de Montevideo. Mayo, 2016.
16ª.
Feria del Libro Infantil y Juvenil en la Intendencia de
Montevideo. Mayo, 2016.
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