Juan Castillo, director
Nacional de Trabajo, se tomara tiempo esta semana para reflexionar su
permanencia en el cargo, leo ayer en la
diaria*. Todo porque el presidente, Tabaré Vázquez, decidió mantener las
pautas salariales para 2016. Por este mismo tema Oscar Andrade renunció a la
banca. Por si fuera poco, el ministro de
Economía, Danilo Astori, anuncia una suba a los jubilados de 200 pesos. A los
que cobran menos de 8767 pesos. Y eso no es todo: “Los que ganen menos de
11.400 pesos podrán viajar gratis en ómnibus urbanos hasta diciembre”.
¿Aumentar 200 pesos un salario, no es una tomadura de pelo? ¿Qué hace al
bolsillo la diferencia de 200 pesos? Evidentemente ni Astori ni Vázquez no tienen
ni puta idea (ni un asesor) que hoy con
500 pesos muy poca cosa se compra en un supermercado. Que si sumamos un litro
de leche, un paquete de fideos, un kilo de yerba, medio kilo de carne picada,
un litro de aceite, un kilo de azúcar… por nombrar alimentos básicos –muy
básicos– ya con esos seis, llegamos casi a los 500. ¿Cómo le da la cara al
ministro para anunciar dicha medida? Decir que no tienen gollete es poco. Y
entre esos malestares que muchos jerarcas y sindicalistas manifiestan –el
conflicto recién comienza (no se descartan más paros)–, Fernando Pereira,
presidente del PIT CNT, entrevistado por la
diaria*, señala que lo preocupante con estas medidas es que “el Ejecutivo no
está sintonizando con la base social que lo sostiene” y que “el gobierno tampoco
está escuchando a la gente”. Nada más y
nada menos que a la gente. Al pueblo. De quien tanto se preocupan los políticos
y lo que tanto en la boca tiene la izquierda a la hora de hacer campaña y
asumir el gobierno. Después, si te vi ni me acuerdo. Qué cabecita la izquierda.
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