Plaza Independencia, Montevideo.
Julio, 2015.
“Orientales la patria o la
tumba…”, dice el himno que suena en las sintonías de radio públicas porque en
días como hoy, si uno trabaja le deben pagar doble, por ser un número en rojo
en el calendario por la constitución que se juró en 1830 (y establecía un
estado unitario y republicano) y que hoy ya quedó un poco, bastante, vieja en
algunos de sus artículos, y por cierto, algunos se pasan por el tuje. Y en esas
uno se pone medio patriótico como cuando ve a los 11 jugadores con la camiseta
celeste apretada al cuerpo, en un campo verde de alguna cancha del mundo, con
una mano en el pecho, los ojos cerrados apuntando al cielo mientras a las
gargantas vocalizan “¡Libertad, libertad, Orientales!/Este grito a la Patria
salvó…”, y las esperanzas de millones de uruguayos crecen y los dedos se cruzan
por una copa. En esas nos ponemos todos patrióticos y si llegamos a una semifinal
somos bien uruguayos y nos acordamos de hacer flamear las banderas, y gritamos “¡Tiranos
temblad! ¡Tiranos temblad!”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario