Juan fuma. En el bar, afuera. Pita
como loco mientras espera a Ignacio que lo va a entrevistar. Es que Juan se
presentará con Víctor Nattero, Pablo Dana y Marcelo Olivera, este viernes y
sábado, en La Trastienda. Son los Traidores. Los de esa canción que, a veces,
cuando llueve se nos viene a la cabeza: “La lluvia cae sobre Montevideo, hoy
como ayer”. Esa canción que sigue sonando en las radios, y a mí me trae
recuerdos de la infancia. Y a Juan le gusta que siga sonando, sobre todo cuando
pasan la versión original, dice. Ellos tocan cuando pinta, cuando tienen ganas,
cuando se pueden juntar. No es que la banda vuelva, le discrepa a Ignacio. Y es
que Juan no canta por vocación, no se considera cantante ni tampoco le
interesa. Lo hizo en tiempos de dictadura por la necesidad de comunicar ciertas
cosas. Jamás le gustaron los escenarios, una vez le dio pánico subir a uno. Pero
Juan no le tiene miedo a la muerte. La enfrenta “vivito y coleando”. Y fuma sin
parar. “Cuando vos no sos flexible y no das la libertad de elección a las personas,
estas siendo, cuando menos, muy egocéntrico y limitando las libertades de la
gente”, le confesó a Ignacio, en referencia a la ley antitabaco que implementó
Tabaré Vázquez, este presidente que a Juan no le gusta nada, nadita, y que votó
solo por cuestiones políticas. Pero no me gusta nada, repitió. Y qué ganas de
decirlo, dijo dejándonos la última sonrisa del encuentro y tomando el último
sobro de café.
Juan Casanova en el bar Las
Flores, Montevideo. Julio, 2016.
Entrevista
de Ignacio Martínez.
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